Historia de la Denominación de Origen Navarra

Dentro del territorio de la Comunidad Foral de Navarra, las distintas zonas productoras de vinos bajo la Denominación de Origen de Navarra se extienden desde la cuenca del río Ebro hasta el sur de Pamplona, la capital de la comunidad.

Tradicionalmente, los vinos más afamados y conocidos de los que se producían en la Denominación de Origen de Navarra era los vinos rosados, aunque históricamente esta zona vitivinícola ha dedicado también grandes esfuerzos a la producción de vinos tintos y de variedades de uva blanca. No obstante, y suponiendo todo un ejemplo de adaptación a los tiempos y a los cambios y evolución dentro de su sector, hoy en día podemos encontrar dentro de los vinos navarros incluso vinos de Pago, que es el reconocimiento que se otorga a los vinos de mayor calidad dentro de nuestro país.

La comunidad Foral de Navarra, desde tiempos antiguos, ha visto su vida y la de sus gentes en gran parte ligada al cuidado y siembra de las vides y a la producción de los productos que de ellas se desprenden. Ya en el siglo I podemos encontrar los primeros testimonios de producción de vino en la zona. Al igual que pasara con otras zonas tradicionales de producción de vinos, como la Denominación de Origen Rías Baixas, esta cultura del vino fue promovida en tramos del Camino de Santiago gracias a la labor de monjes cistercienses y benedictinos.

Algún tiempo después, ya en el siglo XVII, la producción de vino en la Comunidad Foral de Navarra adquirió tal importancia y magnitud que se tuvo que controlar el número de vides plantadas para evitar el excedente de caldos. No obstante, es en siglo XIX cuando, debido a la crisis de la filoxera que asoló Francia, los vinos de Navarra comienzan a acusar un periodo de gran esplendor para, al poco tiempo, sufrir la desgracia de ver cómo la mayoría de sus tierras y viñedos eran también desolados por la filoxera. Al igual que pasó en otras zonas vitivinícolas de España, como la Denominación de Origen El Ribeiro, hubo que traer cepas de América con las que repoblar los arrasados viñedos de la zona tras la plaga.

Ya en momentos más cercanos al nuestro, en 1980, grupos de bodegueros interesados en la modernización de sus praxis y maquinaria para la producción de vino, crean la Estación de Viticultura y Enología de Navarra que también introdujo variedades de uva internacionalmente afamadas con el objeto de cruzarlas con cepas autóctonas de Navarra.

Zonas de producción en la Denominación de Origen Navarra

Dentro de la Denominación de Origen de Navarra, sus territorios son divididos en cinco zonas diferenciada:

• Tierra Estella, que con 38 municipios, ocupa la zona medio-occidental de la D.O.
• Ribera Baja, subzona ubicada en el sur de la Comunidad Foral de Navarra y que aglutina 14 términos municipales. Aún así, por su número de bodegas y extensión que las mismas ocupan es la más significativa en superficie cultivada.
• Valdizarbe, que constituye la zona más al norte de Navarra y que cuenta con 25 términos municipales.
• Baja Montaña, ubicada sobre el río Aragón, esta subzona acoge 22 municipios.
• Ribera Alta, con 26 términos municipales acogidos, esta zona ocupa el centro-sur de la Comunidad Foral de Navarra.

Tipos de uvas en la Denominación de Origen Navarra

Estos son los distintos tipos de uvas que el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Navarra autoriza para la elaboración de sus caldos:

Variedades de uva autorizadas tintas:

• Cabernet sauvignon
• Tempranillo
• Merlot
• Garnacha
• Pinot Noir
• Mazuelo
• Syrah

Variedades de uva autorizadas blancas:

• Viura
• Garnacha blanca
• Moscatel de grano menudo
• Chardonnay
• Malvasía
• Sauvignon blanc

Tipos de vinos en la Denominación de Origen Navarra

Blancos, tintos, rosados y dulces son los distintos tipos de vinos que se producen y comercializan en la Denominación de Origen de Navarra.

Vinos blancos de D.O. Navarra:

Vinos blancos jóvenes de viura o chardonnay-viura de Navarra

Este tipo de vinos navarros se caracterizan por un color amarillo pajizo y unos aromas en nariz frutales pero suaves, lo que hace de entrantes y aperitivos su perfecto maridaje. Resultan vinos frescos y son de necesario consumo en el año posterior a su vendimia.

Vinos blancos chardonnay sin barrica de Navarra

Con toques a manzana verde, mango, piña o melón, estos vinos de fresca acidez y perfectos para acompañar a ahumados y pescados blancos resultan de relativa estructura por lo que se pueden consumir sin riesgo de que pierdan todo su potencial a los 2 o 3 años tras su producción.

Vinos blancos chardonnays envejecidos en barrica de Navarra

Estos vinos serán etiquetados como crianzas o reservas y presentarán una cata en nariz más compleja que el resto de vinos blancos navarros de la que se desprenden toques de frutas maduras e incluso humo. El color de los vinos blancos chardonnays de la D.O. Navarra que se envejecen en barrica es un tono amarillo dorado brillante.

Vinos rosados de D.O. Navarra:

A través de un sistema de sangrado de mostos es como, con uva 100% garnacha o con añadidos de cabernet sauvignon o tempranillo se elaboran los vinos rosados navarros. Estos resultan ser unos vinos de gran frescura en paladar y de afrutado aroma a diversas frutas rojas. Su perfecto maridaje será con platos de pasta o arroz.

Vinos tintos de D.O. Navarra:

Vinos tintos roble y tintos jóvenes de Navarra

Las uvas que normalmente en mayor medida se utilizan para la producción de estos vinos son tempranillo o garnacha. Los vinos tintos roble de la D.O. de Navarra han de permanecer un mínimo de tres meses albergados en barrica mientras que no es necesario un periodo de envejecimiento en los vinos tintos jóvenes. Patés, quesos y embutidos serán acompañantes ideales para este tipo de vinos.

Vinos tintos de crianza de Navarra

Con un mínimo de maduración y envejecimiento del caldo en barrica de un año y, al menos, comercialización tras dos años de su elaboración, los vinos crianza de la Denominación de Orgien de Navarra, son normalmente producidos gracias a variedades de uva tinta como merlot, tempranillo y cabernet sauvignon. Su vivo color a cereza y el carácter frutal en nariz con toques de roble se completa con un elevado sabor y potencia en boca que los hacen compañeros ideales de asados, guisos y carne a la brasa.

Vinos tintos reserva y gran reserva de Navarra

En el caso de los reservas será necesario un proceso de envejecimiento en barrica por un mínimo de un año y otros de reposo en botella. Por su parte, los gran reserva han de ser envejecidos por un periodo total entre barrica y botella de, al menos, cinco años. Estos brillantes vinos de color cereza presentan una boca carnosa y amplia y son ideales para acompañar guisos y platos de caza.